Estamos frente a un panorama desafiante

A medida que nos acercamos al 2025, nos enfrentamos a un panorama desafiante que, a pesar de ser complejo, ofrece oportunidades para los países que identifiquen los retos y tomen las medidas pertinentes. Los últimos años nos han enseñado la importancia de la adaptabilidad frente a desafíos como la pandemia; ralentización de la globalización; tensiones geopolíticas; disrupciones en las cadenas de suministros; retaliaciones arancelarias frente a guerras comerciales; sanciones en industrias críticas en la transición energética, y, la carrera tecnológica.

En este contexto, se prevé un crecimiento mundial de 3,3% y 3,2% para 2024 y 2025, respectivamente, impulsado en mayor medida por el nuevo protagonismo de las economías emergentes. El comercio mundial de mercancías crecería para estos dos años 2,7% y 3% y el comercio de servicios tendría perspectivas positivas en la dinámica de corto plazo. Sin embargo, hay muchos riesgos que podrían afectar la previsión comercial, como lo son los riesgos geopolíticos, riesgos asociados a las políticas monetarias de países lideres en mercados y riesgos ambientales.

Además de un comercio mundial fragmentado, Colombia afronta grandes retos internos para garantizar una reactivación económica y la sofisticación de su aparato productivo. Por un lado, está la necesidad de mantener un flujo importante de divisas, incrementar las exportaciones, y no solo atraer nuevos inversionistas, sino también conservar los ya existentes. A pesar de que en 2024 se logró una tendencia decreciente en la inflación, los precios podrían repuntar en el transcurso de 2025, entre otras cosas, por las importaciones de gas y la depreciación de la tasa de cambio. Aunado a lo anterior, también enfrentamos una alta incertidumbre económica y política que constituye un limitante a las estrategias de crecimiento de largo plazo y genera inestabilidad en todos los mercados y agentes.

Ahora, ¿con esta realidad cómo podemos beneficiarnos de la coyuntura del comercio internacional? En principio, Colombia tiene un potencial exportador significativo. El riesgo asociado al cambio climático se materializó con la prolongada sequía en Brasil y las posibles afectaciones en la producción de café. En condiciones normales, el potencial de exportación con café es superior al 35% y teniendo en cuenta esta situación se abre la posibilidad al país de atender un mercado aún mayor. También es importante fortalecer las cadenas agroindustriales, que han logrado identificar algunos nichos de mercado. En esta área tenemos dos metas: aumentar el valor agregado de nuestros productos y ser uno de los grandes protagonistas en el mercado mundial

Pero no debemos limitarnos al comercio de productos agrícolas. Productos como el plástico y el caucho, componentes farmacéuticos o productos químicos tienen un potencial de exportación superior al 60%. En la inserción del país a estas cadenas de suministro es de vital importancia el sector portuario, ya que el comercio marítimo representa entre el 80% y el 90% del comercio mundial. En este sentido es primordial alcanzar altos niveles desempeño, así como lo ha hecho el puerto de Cartagena al lograr el tercer puesto a nivel mundial en el índice de desempeño de puerto de contenedores en 2023, realizado por el Banco Mundial.

Desde la ANDI trabajamos en la transformación de estos desafíos en oportunidades. Por ejemplo, Colombia cuenta con las condiciones geográficas y recursos necesarios para diversificar su canasta exportadora, no solo con las exportaciones tradicionales, sino también con productos con valor agregado para llegar a nuevos mercados. Sumado a esto, con el objetivo de insertarnos en las cadenas globales de valor y en las nuevas tendencias del comercio mundial debemos avanzar rápidamente en un mejor aprovechamiento de los tratados de libre comercio ya firmados. Y, por último, es pertinente diseñar una estrategia ante la llegada del nuevo gobierno de Estados Unidos y la agresiva posición en materia de presencia de países como China en Sur América.

Bruce Mac Master, presidente de la ANDI