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Energía renovable: un salto a la transformación
Pensar en un futuro sostenible, con una mejor calidad de vida y en el que los recursos naturales sean un eje de transformación, es posible en gran parte gracias a las energías renovables. El crecimiento demográfico y económico a nivel mundial se dan a un ritmo acelerado y hacen que cada vez sean más necesarios proyectos con los que se reduzca el impacto al cambio climático.
Como parte del compromiso del Grupo Puerto de Cartagena en contribuir a la protección del medio ambiente, son diversos los proyectos en eficiencia energética ejecutados en las terminales de Sociedad Portuaria Regional de Cartagena y Contecar, con los que se buscan producir menos cantidades de CO2 al reemplazar la generación de energía tradicional.
Dentro de estos proyectos se destacan la electrificación de grúas de patio RTG y grúas móviles, que pasaron de consumir combustible fósil a energía eléctrica. La utilización de motores eléctricos de alta eficiencia, el reemplazo de tecnología de iluminación a LED en patios de almacenamiento, grúas pórtico, RTG y edificios, la implementación de controles automáticos para los sistemas de aire acondicionados, la instalación de un sistema de compensación de energía reactiva para control de la potencia y la reciente puesta en funcionamiento del techo solar del nuevo Centro de Distribución Logístico Internacional (CDLI) de Contecar.
Este último proyecto de generación fotovoltaica, el más grande del Caribe sobre techo, está compuesto de 6.000 módulos solares que son fuente de generación renovable que permiten disminuir las emisiones de CO2 en 1.101 toneladas anuales, equivalentes al trabajo realizado por 160.000 árboles. Este techo solar fue instalado y es administrado por Celsia, empresa de energía del Grupo Argos.
La magia de esta estructura está en su funcionamiento, en su planeación, pero sobre todo en sus efectos. Muchos observan estos dispositivos compactos, pero desconocen todo lo que está detrás de su operación.
El funcionamiento de los paneles solares está basado en el efecto fotoeléctrico. En términos sencillos, este efecto se presenta cuando los rayos de luz solar, compuestos de fotones cargados de energía, chocan contra los paneles, cuyas propiedades están enriquecidas por electrones, los cuales, estimulados por los fotones, comienzan a “fluir” entre sí, generando de esta manera una corriente eléctrica a través de los módulos. Esta corriente se canaliza por cables eléctricos y son llevados hasta un equipo denominado “inversor”, el cual se encarga de acondicionarla para el consumo, en este caso de todas las instalaciones portuarias.
El sistema fotovoltaico del CDLI es administrado por Celsia, quienes se encargan de la operación del sistema desde su centro de control “NOVA”, con monitoreo en línea las 24 horas del día. Además, se encargan de los mantenimientos. El recurso humano destinado para este sistema es de alrededor 30 personas, entre tecnólogos y técnicos.
Fue un proyecto con diversos retos: su tamaño, su peso, la georreferenciación e instalación de más de 5.400 soportes, la instalación misma de los paneles, la conexión eléctrica y la puesta en marcha de todo el sistema solar fotovoltaico, con el cumplimiento de las normas establecidas, exigieron de un gran esfuerzo coordinado, profesional y muy especializado.
Cualquier error en uno solo de estos pasos afectaba la continuidad del proyecto, por lo que requirió de un trabajo de grupos interdisciplinarios que consiguieron lograr estos resultados.
Es de resaltar que la disminución de emisiones CO2 generados por el sistema fotovoltaico se da en simultáneo con el funcionamiento del mismo, es decir, por cada segundo, por cada hora de energía generada por el sistema a partir de un recurso 100% renovable como lo es la irradiación solar, se está dejando de consumir su equivalente en energía de la red eléctrica, el cual tiene asociada una huella de carbono proveniente de las plantas de generación de energía de Colombia, plantas hidráulicas y termoeléctricas, principalmente.
El sistema solar fotovoltaico está compuesto por 6.000 paneles, dos megavatios de generación instantánea en el pico. El sistema generará 2,98 GWh-año, equivalente al 10% del consumo de energía total del puerto en el 2020. Pero estas no son solo cifras y cálculos, sino una representación de que apostándole a proyectos de eficiencia energética construimos un mundo sostenible. La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Con un total de 3.563 Ton de CO2 disminuidos en el 2020 avanzamos hacia un futuro más sostenible.
Como parte del compromiso del Grupo Puerto de Cartagena en contribuir a la protección del medio ambiente, son diversos los proyectos en eficiencia energética ejecutados en sus terminales, con los que se reducen las cantidades de emisiones de CO2 al replantear las alternativas tradicionales de generación de energía.