¿Cómo contribuye el comercio exterior a la economía circular?

A agosto de 2024, se enviaron desde Colombia 6.078 contenedores de 20 pies (TEU) con desperdicios de acero inoxidable y aleado, hierro, cobre y aluminio, principalmente, a países como India, China, Brasil, Malasia y Tailandia. Estos destinos, en su conjunto, representan el 70 % de las exportaciones de “chatarra” del país.

Es un hecho: la economía circular está generando un impacto positivo en el comercio exterior colombiano, y una forma de hacerlo posible es a través de la exportación de desperdicios y desechos de metales —“chatarra”— para su recuperación, reacondicionamiento y refabricación en electrodomésticos, infraestructura, partes automotrices, entre otros usos, fundamentalmente en Asia.

A agosto de 2024, salieron desde Colombia 6.078 contenedores de 20 pies (TEU) con estos productos, un 15,4% más que los enviados al exterior en el mismo periodo del año pasado. Más del 50% de ellos corresponde a la subpartida arancelaria de desperdicios y desechos de aluminio, con una variación positiva de 20,8% anual.

Por su parte, en términos de volumen y durante el mismo periodo, el segundo material destacado en desperdicios y desechos fue el cobre, con un crecimiento anual de 43,9%, alcanzando los 1.992 TEU. Colombia es el exportador número 21 en el mundo de este material, siendo el producto 19 en exportaciones (Observatorio de Complejidad Económica, 2022). El principal destino es China, un país reconocido por exigir un nivel de pureza del 99,1%.

Ampliando este contexto a otros destinos, el análisis de Pórticolive —sobre las subpartidas relacionadas con los desperdicios y desechos de metales— muestra que los cinco principales destinos de exportación desde Colombia son: India (1.217 TEU), China (992 TEU), Brasil (746 TEU), Malasia (676 TEU) y Tailandia (611 TEU). Estos países representan, en conjunto, el 70% del mercado, con un total de 4.242 TEU a agosto de 2024.

Según el Foro Económico Mundial, los metales que proceden de baterías, vehículos eléctricos y productos de energías renovables tienen un “gran potencial de crecimiento”, ya que ayudarían a aliviar las limitaciones del suministro primario.

Además, la producción secundaria suma puntos a la sostenibilidad. Por ejemplo, la producción de acero y aluminio genera, en conjunto, el 10% de las emisiones mundiales. Entretanto, la producción secundaria de aluminio suele tener una huella de carbono entre cinco y 25 veces menor; en el caso del acero, esta reducción es del 50%.

El uso de los desperdicios de metales como producto de exportación es una muestra de cómo la economía circular puede ayudar a diversificar la canasta exportadora de un país y mejorar los ingresos de las empresas y personas involucradas en iniciativas de reciclaje industrial y de vehículos.