La draga “Don Rodo”
El Universal, enero de 2009
El día 3 de diciembre, en concurrida reunión, con asistencia del doctor Andrés Uriel Gallego, Ministro de Transporte, de la doctora Judith Pinedo, Alcaldesa de Cartagena, dignatarios de la Cámara de Comercio, de los gremios y de los directivos de Contecar y de Sociedad Portuaria de Cartagena, se celebró la llegada a Contecar de tres modernas grúas pórtico procedentes de la China. También se bautizó una draga nueva con el nombre “Don Rodo”, cuya madrina fue Doña Cecilia Chávez de Ochoa.
Como complemento al elocuente discurso de Don Aníbal Ochoa Escobar, me dirigí a la distinguida concurrencia para decir: “Estoy sumamente emocionado y agradecido por las amables palabras de Don Aníbal Ochoa. La larga amistad a la que hace mención, siempre ha sido mutua, recíproca y bien correspondida”.
En octubre pasado Fenalco galardonó a algunos miembros sobresalientes de la comunidad, entre ellos, a Don Juan Gossaín quien, al inicio de su discurso, contrariando la costumbre, aseguró ser merecedor de la distinción y, acto seguido, con gran sentido del humor, narró sus tempranas experiencias de comerciante en su natal San Bernardo del Viento. Por eso, no sé si soy o no merecedor de esta distinción. Lo que sí puedo asegurar es que recibí con gran sorpresa y satisfacción la noticia aparecida en carteleras: La draga recién importada sería bautizada con el nombre de “Don Rodo”, como homenaje a este sencillo servidor que ha dejado transcurrir su larga vida por los puertos colombianos. En un concurso previo, Jorge Cassalins propuso el nombre y recibió el apoyo de otras personas. A
todos, mil gracias.
Comentaba entre compañeros y compañeras que resulta corriente que un buque sea llamado “Don Enrique”, “Don Julio”, “Don Alejo” y, ¿por qué no?, “Don Rodo”. Pero una draga debe llevar un nombre femenino, que podía haber sido: “Doña Ángela”, “Doña María Isabel” o “Doña Karina”. Una de las compañeras me replicó: Don Rodo, usted para todas nosotras es una madre.
Estoy sumamente agradecido, pero solo quiero pedir que la draga Don Rodo sea siempre utilizada como instrumento de paz. Muchos se preguntarán: ¿Es que acaso una draga puede ser usada en cosa diferente a profundizar caños, ampliar canales, desecar terrenos, en fin, adelantar obras de progreso y bienestar? Pues, en la obra “Examen Histórico del Poder Marítimo Colombiano”, del historiador y capitán de navío Enrique Román Bazurto, encontramos un episodio llamado “La Guerra de las Dragas”.
En la guerra civil de 1895 los revolucionarios de Barranquilla se apoderaron de las dragas “Ayacucho” y “Cristóbal Colón” y las armaron en guerra para embestir con su espolón de proa a los buques del gobierno. La draga “Ayacucho” fue barrenada y hundida en el Caño Abajo, para bloquear al buque “Hércules” del gobierno. El “Hércules” fue desbloqueado y con otras unidades fue en persecución de la draga “Cristóbal Colón”, que se encontraba en el sitio Los Obispos (hoy Gamarra). El “Hércules” colisionó con la “Cristóbal Colón” y la draga se fue a pique, en combate que duró menos de una hora.
Por eso pido a Dios que ilumine a los conductores de nuestra draga para que, en sana paz, sea dedicada a obras de progreso para el puerto de Cartagena y del país. Nuevamente, muchas gracias.