El muelle de la Bodeguita
El Universal, 16 de septiembre de 2002
En 1535, a solo dos años de fundada Cartagena, se construyó un muelle de 50 pies de ancho “por donde se podían rodar seis o siete pipas, sin estorbar el uno al otro”. Se escogió el sitio más tranquilo del puerto, muy cerca de la iglesia de San Pedro Claver. En 1561 las autoridades locales informaban al rey de la necesidad de construir un nuevo muelle, más cercano a la Casa de Contratación. Al siguiente año el muelle quedó listo, paralelo a los baluartes de San Juan Evangelista o de los Moros y el de San Ignacio, al costado de la Casa de la Aduana y Contaduría.
Por la boca que queda debajo de la Casa de la Aduana (actual Alcaldía) se comunicaba con la Casa de Contratación, en la Plaza de la Aduana. Por ese Muelle de la Contaduría se realizaron todas las transacciones del período colonial, incluido el tráfico de esclavos africanos.
Ya a finales del siglo XIX, llegaban los buques de hierro con máquina a vapor y no había un atracadero donde atender su mayor tonelaje. Se construyó un muelle en la península de Bocagrande (muelle de La Machina) y un ferrocarril entre Cartagena y Calamar. Hasta La Machina, pasando entre el antiguo muelle de la Contaduría y los baluartes. En ese sector la Aduana construyó un edificio para la Capitanía de Puerto y una pequeña bodega para la carga. Los cartageneros comenzaron a llamarlo el muelle de La Bodeguita.
Así, los buques de altamar atracaban en La Machina, mientras que en La Bodeguita llegaban los fluviales, las canoas, las lanchas de cabotaje y las goletas que hacían tráfico con San Andrés y Providencia. En 1923 se realizaron algunas obras de ornato en Cartagena, entre ellas un paseo en la parte noreste de la Bahía de las Ánimas, enfrente del Camellón de los Mártires y contiguo al mercado público. Encima del barandal que encerraba el borde de la bahía, se colocaron esculturas de dos pegasos. Así se llamó: “Paseo de los Pegasos”.
En 1930 un voraz incendio acabó con el muelle de La Machina, pero el ferrocarril siguió entrando a Bocagrande para transportar los productos derivados del petróleo hasta el sector de El Limbo, donde se hallaban los depósitos de TROCO (Tropical Oil Company). Luego el Gobierno nacional construyó un moderno terminal marítimo en la isla de Manga, inaugurado en 1934. En el muelle de La Bodeguita siguieron operando las embarcaciones menores.
En 1951 fueron levantados los rieles del ferrocarril, y seguidamente se construyó la Avenida Blas de Lezo que conduce del centro de la ciudad al barrio Bocagrande. Con motivo del sesquicentenario de la Independencia (1961), el municipio acometió una serie de mejoras, entre ellas la reparación del muelle de La Bodeguita y del Paseo de los Pegasos.
En 1989 las mismas obras estaban en ruinas. Entonces la empresa Puertos de Colombia asumió la reparación del sector de los muelles y construyó un pequeño edificio para las operaciones turísticas hacia las Islas del Rosario. Nuevamente el sector de La Bodeguita y el Paseo de los Pegasos acusan hoy ruina, y la Capitanía de Puerto está exigiendo su reparación inmediata. Corresponde ahora al Distrito, de manera inaplazable, la ejecución de los trabajos. Pero queda un importante interrogante que resolver: ¿cómo va a financiarse la obra?.